EL PARAJE

Desde el principio, se considera que el proyecto debe ir asociado a un paraje en particular, éste es el Valle Hoya de Torres debido, entre otras bondades, a su altitud (850 m., una de las más altas de la DOP JUMILLA).

Se decide así, pues entendemos los vinos como una manera de mostrar los lugares de donde proceden.

El Valle Hoya de Torres está situado entre las Sierra de la Cingla y Gavilanes, en un entorno privilegiado donde conseguimos maduraciones equilibradas.

Los suelos son predominantemente calizos, encontrando diversidad de texturas, desde las arenosas hasta las toscas en superficie. En la elaboración de la Monastrell, se busca la frescura, dentro de que es Monastrell y estamos en el Mediterráneo, y la variedad tiene que expresarse en esos parámetros.

Todo el viñedo se encuentra en vaso, en secano estricto y se trabaja en ecológico.